El Presa Canario, también llamado Dogo Canario o Canary Mastiff, es una raza de perro grande originaria de las Islas Canarias en España. Con una altura que oscila entre 60 y 66 cm y un peso que varía de 50 a 65 kg, esta raza es conocida por su robustez y fuerza. Su apariencia impresionante, junto con su naturaleza leal y protectora, lo ha convertido en un símbolo de la isla de Gran Canaria.

Historia del Presa Canario

La historia del Presa Canario se remonta a los siglos XV y XVI, cuando fue utilizado para cuidar el ganado y como perro de pelea. A lo largo de los años, este perro ha sido un compañero esencial para los ganaderos, ayudando a controlar el ganado y protegiendo las propiedades de intrusos. Sin embargo, su asociación con las peleas de perros provocó una disminución en su población, llevando a la casi extinción de la raza en la década de 1960.

En los años 70, un grupo de criadores comenzó a trabajar en la recuperación del Presa Canario, estableciendo estándares de crianza y promoviendo su uso como perro de compañía y guardia. Desde entonces, el Presa Canario ha vuelto a ganar popularidad y ha sido reconocido oficialmente por varias organizaciones caninas.

Características Físicas

El Presa Canario es un perro de gran tamaño, con un cuerpo musculoso y una cabeza ancha y cuadrada. Su pelaje es corto y puede ser de varios colores, incluyendo atigrado, fawn y negro. Uno de sus rasgos más distintivos es su expresión alerta, que refleja su naturaleza protectora.

Temperamento

El temperamento del Presa Canario es a menudo malinterpretado. Aunque pueden ser reservados y cautelosos con los extraños, son perros cariñosos y dedicados con su familia. Con el entrenamiento y la socialización adecuados desde una edad temprana, pueden ser compañeros leales y amorosos. Sin embargo, su instinto protector significa que pueden ser agresivos si no se manejan correctamente.

Cuidado y Entrenamiento

Entrenamiento

El Presa Canario requiere un entrenamiento firme y consistente. Debido a su naturaleza dominante, es crucial que el dueño se establezca como el líder de la manada. La socialización temprana es vital para asegurar que el perro se sienta cómodo en diferentes entornos y con diversas personas. Un entrenador profesional puede ser muy beneficioso para garantizar un desarrollo adecuado.

Ejercicio

Como raza activa, el Presa Canario necesita una cantidad considerable de ejercicio diario. Paseos largos, juegos de buscar y actividades al aire libre son esenciales para mantener su salud física y mental. Sin suficientes oportunidades para ejercitarse, pueden volverse destructivos o desarrollar problemas de comportamiento.

Cuidados de Salud

El Presa Canario, como muchas razas grandes, puede ser propenso a ciertos problemas de salud, como displasia de cadera y problemas cardíacos. Es fundamental mantener una dieta equilibrada y realizar chequeos veterinarios regulares para asegurarse de que se mantenga en óptimas condiciones. Su expectativa de vida suele ser de 9 a 11 años.

Alimentación

Una dieta de alta calidad es esencial para el Presa Canario. Se recomienda un alimento rico en proteínas y nutrientes, adaptado a su nivel de actividad. Dividir las comidas en dos o tres raciones al día puede ayudar a prevenir problemas gastrointestinales. Además, siempre deben tener acceso a agua fresca.

Socialización

La socialización continua es clave a lo largo de la vida del Presa Canario. Llevarlo a clases de obediencia, paseos por el parque y encuentros con otros perros es crucial para que aprenda a relacionarse adecuadamente con su entorno. Estos perros son naturalmente territoriales, por lo que es importante que se sientan seguros y bien ajustados en su hogar.

Grooming

El cuidado del pelaje del Presa Canario es relativamente sencillo. Su pelo corto y denso requiere cepillados semanales y baños ocasionales para mantenerlo limpio. También es importante revisar sus oídos y dientes regularmente para evitar problemas de salud.

Conclusión

A pesar de su reputación, el Presa Canario puede ser un excelente compañero para aquellos que tengan el tiempo y la dedicación para entrenarlo y socializarlo adecuadamente. Con el cuidado y la atención adecuados, pueden ser perros cariñosos y protectores que se adaptan bien a la vida familiar.